¿SE IMPONDRÁN NUEVOS
TIEMPOS EN LA CONSEJERÍA?
La sociedad evoluciona con
unos ritmos que nuestros gobernantes ni saben, ni pueden, ni quieren seguir y
será la fuerza de los acontecimientos la que acabe produciendo los cambios.
Cambios que creemos se pueden anticipar y de esa manera medir, consensuar y
dialogar.
Educativamente tenemos un
grave problema con el fracaso escolar, denunciado por todos, pero esta denuncia
ni todos la hacemos igual, ni se da la misma respuesta. Nuestra consejería lo utiliza
para desprestigiar al anterior gobierno, echándoles la culpa de lo que hicieron
mal y de que no será fácil remediarlo, garantizándose que ellos no serán culpables de nada. En el
pasado no estaban, en el presente le echan la culpa de todos los males a la recurrente
herencia y del futuro….., del futuro hacen siempre un presente; no digo nada de
nuestra secretaria de Estado que echa el mal del sistema educativo a los
docentes.
Los errores del pasado
para FETE-UGT no legitiman la gestión del presente y aún menos que se siga
invocando al pasado para deshacer el presente y con ello el futuro.
Hemos tenido encima de la
mesa sectorial el tema de los horarios de primaria, que la consejería quería
aumentar en su tramo lectivo, para aumentar las horas de las asignaturas
instrumentales y así, dicen, mejorar el fracaso escolar. Nuestra organización
le dijo que no hacía falta cargar con más horas a los alumnos al mismo tiempo
que se quitaban horas de coordinación entre docentes que creemos fundamentales.
Le propusimos aumentar las horas de las asignaturas instrumentales quitando las
horas de religión. Un alumno con las 2 sesiones que la consejería ha puesto por
curso, da en primaria 420 sesiones de dicha asignatura, con estas sesiones aplicadas
a las instrumentales, por ejemplo, cada alumno al final de la primaria daría más
de un curso de lengua y más de un curso de matemáticas, sin aumentar su horario
lectivo.
Los argumentos esgrimidos
de que están obligados por Ley son válidos, pero se desmontan cuando le
proponemos que pongan las mismas sesiones que el Ministerio de Educación ¡su
propio Ministerio! pone en las comunidades que gestiona directamente, donde
sólo se da una sesión. Con 210 sesiones menos de religión también se podría dar
más carga a las instrumentales, pero el resultado es la negativa, es decir,
seguimos con la misma mentalidad de hace cuarenta años.
Los tiempos no han
cambiado en las instituciones educativas y será la fuerza de la razón la que
los impondrá. Nuestra organización solicita que para los grandes objetivos
constitucionales, entre los que estaría las relaciones con la Iglesia, se
tienen que abrir vías de participación directa para que los ciudadanos y
ciudadanas puedan decidir sobre esas cuestiones, hasta ahora intocables, que algunas
afectan directamente al sistema educativo. ¡ASÍ NO PODEMOS SEGUIR!
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