miércoles, 4 de junio de 2014

¿SE IMPONDRÁN NUEVOS TIEMPOS EN LA CONSEJERÍA?

La sociedad evoluciona con unos ritmos que nuestros gobernantes ni saben, ni pueden, ni quieren seguir y será la fuerza de los acontecimientos la que acabe produciendo los cambios. Cambios que creemos se pueden anticipar y de esa manera medir, consensuar y dialogar.
Educativamente tenemos un grave problema con el fracaso escolar, denunciado por todos, pero esta denuncia ni todos la hacemos igual, ni se da la misma respuesta. Nuestra consejería lo utiliza para desprestigiar al anterior gobierno, echándoles la culpa de lo que hicieron mal y de que no será fácil remediarlo, garantizándose  que ellos no serán culpables de nada. En el pasado no estaban, en el presente le echan la culpa de todos los males a la recurrente herencia y del futuro….., del futuro hacen siempre un presente; no digo nada de nuestra secretaria de Estado que echa el mal del sistema educativo a los docentes.
Los errores del pasado para FETE-UGT no legitiman la gestión del presente y aún menos que se siga invocando al pasado para deshacer el presente y con ello el futuro.
Hemos tenido encima de la mesa sectorial el tema de los horarios de primaria, que la consejería quería aumentar en su tramo lectivo, para aumentar las horas de las asignaturas instrumentales y así, dicen, mejorar el fracaso escolar. Nuestra organización le dijo que no hacía falta cargar con más horas a los alumnos al mismo tiempo que se quitaban horas de coordinación entre docentes que creemos fundamentales. Le propusimos aumentar las horas de las asignaturas instrumentales quitando las horas de religión. Un alumno con las 2 sesiones que la consejería ha puesto por curso, da en primaria 420 sesiones de dicha asignatura, con estas sesiones aplicadas a las instrumentales, por ejemplo, cada alumno al final de la primaria daría más de un curso de lengua y más de un curso de matemáticas, sin aumentar su horario lectivo.
Los argumentos esgrimidos de que están obligados por Ley son válidos, pero se desmontan cuando le proponemos que pongan las mismas sesiones que el Ministerio de Educación ¡su propio Ministerio! pone en las comunidades que gestiona directamente, donde sólo se da una sesión. Con 210 sesiones menos de religión también se podría dar más carga a las instrumentales, pero el resultado es la negativa, es decir, seguimos con la misma mentalidad de hace cuarenta años. 

Los tiempos no han cambiado en las instituciones educativas y será la fuerza de la razón la que los impondrá. Nuestra organización solicita que para los grandes objetivos constitucionales, entre los que estaría las relaciones con la Iglesia, se tienen que abrir vías de participación directa para que los ciudadanos y ciudadanas puedan decidir sobre esas cuestiones, hasta ahora intocables, que algunas afectan directamente al sistema educativo. ¡ASÍ NO PODEMOS SEGUIR!

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